El arte en el tiempo del Corona

Tue, May 05, 20

Todos estamos juntos, y a la misma vez separados. Estos son tiempos interesantes, son tiempos sin precedentes para mi generación, y son tiempos que probablemente nunca vamos a olvidar. 

Como artista, me siento afortunada de poder recurrir a mi arte para procesar el sinfín de pensamientos y emociones que corren a flor de piel. Pero a la misma vez estoy consciente de que el arte que está naciendo de estos días de cuarentena lleva consigo un valor más allá de lo estético. Porque tal como los humanos pintaron su vida cotidiana en cuevas remotas siglos atrás, hoy, nosotros los artistas estamos documentando un momento importante en nuestra historia como humanos, y como sociedad. 

Cervidos pintados en cuevas de Lascaux de Francia. Colección pública de Wellcome Collection

El tiempo dirá cuales son los enfoques principales, o las narrativas que reflejará el arte de este momento. Pero partiendo de las conversaciones que se están dando actualmente, presiento que entre esas historias vamos a ver diferentes perspectivas acerca de la higiene y sanidad, de los espacios virtuales así como también de los personales, de la importancia de la vida humana y la comunión, y del medio ambiente y nuestra relación con el mismo. 

En mi práctica personal, la razón principal por la cual quiero traer mis ideas al plano visual es porque quiero catalizar una conexión con el momento presente a través del arte. Cuando dejo que mi cuerpo guíe el trazo que marco a lo largo de una superficie de 6 pies, o masajeo una poza de pigmento de color para impregnar los poros de la tela - estoy presente. Estoy conectada con el material, con el color, con el movimiento, con el momento, y con la emoción. Y es a través de este mundo vasto de colores y figuras irreconocibles que quiero cautivar el corazón, antes que a la mente. ¿Por qué? En pocas palabras, creo que esto nos conecta al momento presente, y solo al estar presentes podemos aprender a armonizar con nosotros mismos y nuestro entorno. No se puede negar que nuestra pérdida de armonía, equilibrio y conexión con la naturaleza nos ha llevado a lo que estamos viviendo hoy. Es por eso que en lugar de que estos días de cuarentena me hagan cambiar de dirección creativa, simplemente han servido para reafirmar mi misión.

 Gabriela Gil junto a “Noche de Ronda,” 2019, 182.88 x 121.92 cm (72 x 48 pulgadas), Acrilico en lino. Fotografiada por Rey Santiago.

En estos días de cuarentena, mi práctica ha sido prolífica, y noto que mis colores siguen tan vibrantes como siempre, sino es que más. Quizás sea un reflejo de mi actitud de optimista sin remedio, o quizás sea un método subconsciente para compensar por la estimulación visual que normalmente tendría en este momento si pudiera salir de mi taller. Después de todo, es la primavera en Nueva York (mi estación del año preferida), cuando los árboles se brotan con flores rosadas, y tulipanes de todos los colores se abren por doquier. 

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Escrito por Gabriela Gil, Nueva York, 19 de abril, 2020

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Imagen 1: Gabriela Gil, “Spring Air” (“Aire de Primavera”), 2020,” 96.52 x 118.11 cm (38 x 46.5 pulgadas), Acrílico y óleo en lona.

Imagen 2: Cérvidos pintados en cuevas de Lascaux de Francia. Colección pública de Wellcome Collection

Imagen 3: Gabriela Gil junto a “Noche de Ronda,” 2019, 182.88 x 121.92 cm (72 x 48 pulgadas), Acrílico en lino. Fotografiada por Rey Santiago.